1. Pon las papas a hervir durante 15-20 minutos, o hasta que estén ligeramente blandas. Recuerda retíralas del fuego, escúrrelas y córtalas en rodaja.
2. Pon la pechuga de pollo a hervir, una vez esté bien cocida desméchala a tu gusto.
3. Engrasa con mantequilla un molde refractario mientras se cocinan las papas y el pollo. Aprovecha y unta también toda la base con un poco de salsa de ajo para dar mejor sabor y reserva.
4. Mezcla la mantequilla derretida con un poco de salsa de ajo. Puedes usar media cucharadita en este paso y media en el paso anterior, aunque la cantidad es al gusto. Reserva esta mantequilla de ajo y ya puedes precalentar el horno a 200 ºC.
5. Prepara la crema de queso. Para ello, sazona la crema de leche con sal y pimienta al gusto.
6. Empieza a montar las capas con los ingredientes anteriormente elaborados: empieza con una capa de rodajas de patata, después una capa de pollo desmechado un poco de mantequilla y otra de crema. Ve repitiendo el proceso hasta terminar con todos los ingredientes. Ten en cuenta que debes terminar con una capa de crema.
7. Esparce el queso parmesano por toda la superficie y cocina al horno hasta que se gratine el queso. Lo mejor es usar queso parmesano, pero puedes utilizar cualquier otro de tu preferencia; lo ideal es que sea un queso que se derrita al calor y que pueda formar una capa crujiente.
8. Cuando veas una capa dorada es porque ya está listo.