1. Precalentar el horno a 180 °C
2. Cocina la espinaca y déjala escurrir para utilizarla más adelante.
3. En una sartén mediana, derrite la mantequilla a fuego mediano.
4. Sofríe la cebolla, hasta que quede bien transparente, más o menos por 5 minutos.
5. Agrega la espinaca bien escurrida y cocina por otros 3 minutos.
6. Retira el exceso de líquido con una cuchara si la espinaca soltó bastante líquido. Retira del fuego y déjala enfriar a temperatura ambiente. Una vez frío, añade el queso ricotta, el queso rallado y salpimenta a tu gusto.
7. En una olla chica pon a derretir la mantequilla y agrega la harina de a poco, mezclándola bien con la mantequilla, para evitar que se formen grumos.
8. Incorpora la leche tibia de a poco, revolviendo constantemente, hasta que suelte el hervor.
9. Salpimenta a tu gusto. Deja que se cocine de 7 a 9 minutos. Mientras tanto ve agregando un chorrito de leche de a poco, si deseas que sea más líquida y no tan consistente.
10. Para terminar, mezcla la salsa con las espinacas, abre las pechugas del grosor que desees y pon adentro de estas la cantidad de relleno a tu gusto. Lleva al horno por 20 a 30 minutos, hasta que se haya dorado el pollo, ¡sirve y disfruta!